Cómo amar a un Ser Eterno

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Su obsesión es la intimidad, sin embargo, Él no es posesivo.

No impone que correspondamos a Su amor en la misma medida

No exige más de lo que ya tienes.

Él se acerca despacio con la desinteresada intención de que colisiones con Su amor.

¿Qué espera Él de mi? Nada exterior

Cuando te susurra: «Fusiona conmigo tu alma. Dame tu corazón. Regálame tu mente, ámame con ella», no encontrarías cómo equivocarte.

«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente».

Allí no demanda nada de tu exterior. Lo que Él requiere está dentro de ti.

Quiero tu alma, quiero tu corazón y quiero tu mente.

Si Él demandara tus bienes, el pobre diría – «¿Cuáles?«

Si Él demandara tus fuerzas, el débil diría – «No sé lo que es eso«

Si Él demandara tu talento, el incapaz gritaría – «No puedo darte eso«

Es la libertad que tenemos, de presentarnos delante de Él diciendo: este soy yo. Y de entregar todo lo que poseemos –mi interior.  Lo más intimo, lo más especial, lo más genuino; incluso si es poco, es todo lo que Él desea.

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